Algunos historiadores consideran que los vascos son los únicos descendientes de los antiguos pobladores de Europa anteriores a la invasión de los pueblos indoeuropeos. Los recientes estudios en arqueogenética, que intentan desvelar las migraciones humanas en la antigüedad, apuntan a una colonización Europea, después de la última gran glaciación (hace 20000 años), desde las actuales Francia y España, por parte de individuos cuyo ADN mitocondrial más cercano es el de los actuales vascos. Algo que ha avivado esta teoría que considera que el pueblo vasco es el último reducto de una Europa pre-indoeuropea hablante de lenguas de tronco vasco. Según estos estudios en arqueogenética del 16000 a.C. en adelante el clima comenzó a ser más cálido, lo que propició la expansión de los antiguos vascos, conocidos también con el nombre de protovascos, por el viejo continente. Una expansión, según estos estudios arqueogenéticos, que tuvo su origen en el tercio norte peninsular y mitad sur de Francia, donde se encontraba la civilización franco-cantábrica, antecesora, según esta hipótesis, de la actual cultura vasca; extendiéndose al norte hasta Rusia y Escandinavia, y al sur, en el norte de África, hasta Túnez.

Cascada de Delika (Álava)La investigación de la toponimia prehistórica europea, según el profesor Theo Vennemann (catedrático de Lingüística Teórica y Germanística en la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich), apunta, según él, a una expansión protovasca desde la zona pirenaica; ya que indica que hay nombres de ríos, valles, lagos y montañas cuyas raíces no son de origen indoeuropeo y se asemejan a palabras o raíces vascas. Una expansión que conllevó la extensión del protoeuskera o euskera prehistórico por Europa, dado que los antiguos vascos, según Vennemann, fueron dando nombre a los accidentes geográficos que iban encontrando a su paso. El sustrato (1) vasco en la toponimia europea, según Theo Vennemann, es abundante.

(1) Sustrato lingüístico: Influencia de la lengua de un territorio sobre otra lengua que se asienta en él.

La palabra vasca ibai (ibáy; "río") da lugar a la palabra ibar (ibár; "vega") y estas raíces se encuentra en numerosos ríos europeos. En Serbia y Montenegro nos encontramos con el río Ibar. En Hessen un río Ibra. Más al sur de Alemania dos ríos Ebrach y diversos ríos Eberbäche. Ebesberg al pie de las colinas de los Alpes. O en Austria el río y la ciudad de Ybbs. En Francia nos encontramos con Ivergny, Iverny, Yvré-l'évêque, Ébréon, Évrune, Ebersheim, Yvry-en-montagne y en el País Vasco Ibarra, Ibarrola, Ibarrekolanda, Ibardin, Aranibar. Sin olvidar el río Ebro que procede del prerromano Iber y que dio nombre a todo un pueblo, los íberos, y a la península ibérica.

En vascuence ur significa agua: Urola, Urura (País Vasco); Urofia, Huriel (Francia); Ourte (Bélgica); Urwis (Polonia); Ura (Rusia); Aurach, Auerbach, Urach, Urbach (Alemania); Urula (Noruega).

Tomando como raíz la palabra vasca (h)aran [arán; "valle"] Theo Venneman encuentra también abundantes topónimos en Europa, Arundel (Inglaterra), Arendal en Noruega y Suecia. En Alemania Arnach, Arnsberg, Arnstern, Aresburg y Ahrensburg. También Ohrenbach que antiguamente se llamaba Aranbach, además del alto del peñón del negro Palatino, antiguamente llamado Marnstein (o en el Arnstein). Sin olvidar el Valle de Arán en la provincia de Lleida. La raíz vasca Iz- (significa agua en vasco) estaría en la base de unos 200 ríos europeos entre Noruega, Italia y Rusia.

Civilización franco-cantábrica. Arte rupestre en Lascaux (Périgord, Francia)Joseba Andoni Lakarra lingüista e investigador de la lengua protovasca rechaza esta teoría, dado que según él Venneman utiliza gramática, fonética y raíces vascas actuales, sin tener en cuenta que el euskera de hoy en día es muy diferente al que se hablaba en la prehistoria. Lakarra nos indica también que la aglutinación utilizada en las comparaciones léxicas de Venneman no se ajusta al euskera hablado en la prehistoria, ya que hay indicios en el estudio del protovasco prehistórico que apuntan a que la lengua vasca no era aglutinante o disponía de poca aglutinación.

Venneman, por ejemplo, utiliza en sus comparaciones el artículo -a que no existía en el protoeuskera, dado que la utilización del artículo (procede del demostrativo vasco har-) se cree que se introdujo en la gramática vasca en la Edad Media, por influencia de las lenguas romances.

No sólo Venneman, también otros lingüistas han encontrado supuestas evidencias de sustrato vasco en lenguas muy conservadoras a lo largo de toda Europa, unos estudios que posteriormente conoceremos.

 

 

 

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