Los vascos son el único pueblo prerromano de la península ibérica que sobrevivió a la conquista romana (siglos III- I a.C.) y también a la expansión de los indoeuropeos en Europa (a partir del 2500 a.C.) de los que provienen la mayor parte de las actuales lenguas y culturas europeas.

Según los últimos estudios genómicos, los vascos serían descendientes de los primeros agricultores que extendieron por Europa la agricultura y la ganadería en la época neolítica.

La expansión de los antepasados de los vascos en Europa comenzó en el Épiro (Grecia), hace 8.000 años. Desde el Épiro se extendieron por la costa adriática, Italia y Cerdeña, y llegaron por mar a la península ibérica, hace 7.500 años. En una rápida expansión marítima, extendieron por el mediterráneo europeo y norte de África la cultura de la cerámica cardial. El vasco, por tanto, es uno de los pueblos con continuidad en el continente más antiguos de Europa.

Los antepasados de los vascos, al llegar a nuestras tierras, se mezclarán siglo a siglo, puntualmente, con la población local paleolítica que vivía en el occidente de Europa, los mismos que pintaron las cuevas de Ekain (Gipuzkoa) o Santimamiñe (Bizkaia). Los paleolíticos eran altos, de piel oscura, generalmente de ojos azules y cabello oscuro; mientras que los neolíticos eran de altura mediana, piel blanca, y de ojos y cabello oscuros.

Los paleolíticos eran generalmente nómadas y cazadores-recolectores, rara vez se relacionaban con los antepasados neolíticos de los vascos que eran sedentarios y que, al ser agricultores y ganaderos, tenían más excedentes alimentarios, lo que permitió que se multipliran con mayor rapidez. Después de 3.000 años de mestizajes puntuales de los neolíticos con la población paleolítica, éstos últimos acabarían siendo absorbidos por la población neolítica y hablando la lengua de ellos, la antepasada del euskera.

Territorios bajo jurisdicción vascona durante la época imperial romana (siglo I d.C.). Haga clic sobre la imagen para ampliar el mapaEn la edad del cobre, desde Europa central primero y, en la edad de bronce, desde el centro y norte de Europa después, llegarían dos oleadas de población, posiblemente de habla indoeuropea, que hizo que el linaje masculino de origen neolítico desapareciese entre los vascos, algo ocurrido también en otro pueblo preindoeuropeo como el vasco, los etruscos. La razón por la que el linaje masculino neolítico desapareció en ambos pueblos no está dilucidado, indicándose causas culturales o alguna epidemia extendida por los indoeuropeos en su expansión en el occidente de Europa - tal y como ocurrió con los europeos al llegar a América- que afectaba más a los varones neolíticos que a las mujeres neolíticas y que, en sucesivas generaciones, el linaje masculino neolítico acabaría siendo sustituido por el indoeuropeo, al ser inmune a dicha enfermedad. Sin embargo, tanto los antiguos vascos como los etruscos siguieron hablando sus idiomas preindoeuropeos y conservando sus culturas, enriquecidas con influencias culturales indoeuropeas.

Con la llegada de los romanos a tierras vascas, que era un pueblo indoeuropeo, los vascos entran en la historia escrita. Los vascos, antes de la llegada de los romanos, disponían también de su propia escritura adaptada a su idioma; pero, al ser utilizada mayoritariamente en materiales perecederos, tal y como ocurrió con la escritura fenicia, no se han conservado hasta la actualidad ningún documento escrito, solamente textos en esta escritura en "la mano de Irulegi", que es una pieza de cobre, o en monedas acuñadas en la época romana.

La invasión romana fue tolerada por algunas tribus vascas; mientras que, otras, como los aquitanos, se enfrentaron abiertamente a las legiones romanas. Roma, después de la conquista de las diferentes tribus vascas, sabrá integrarlas dentro del imperio, lo que dará lugar a seis siglos de convivencia en paz con Roma.

El nombre vasco procede del latín vascon (pronunciado uascon) siendo su plural vascones (pronunciado uascones). Los geógrafos grecorromanos denominaron como vascones a una de las tribus de habla vasca que se extendía por los territorios de la actual Navarra, parte de La Rioja y noroeste de Aragón.

A la caída del Imperio Romano, durante la época franco-visigótica (siglos V-VIII d.C.), el nombre de vascones será utilizado para denominar a un amplio territorio que abarcaba el sudoeste de Francia (Gascuña, topónimo procedente del latín Vasconia), el cantábrico oriental y la zona pirenaica hasta Cataluña.

Comprendía todo el territorio poblado por las antiguas tribus vascas, a cuyos habitantes, en esta época, se les empieza a llamar vascones, y que se enfrentan, como un único pueblo, tanto a la ocupación visigoda de sus tierras (por el sur) como a la ocupación franca (por el norte). Unas invasiones y su posterior expulsión de territorio vascón de estos dos pueblos germanos que se repite continuamente durante tres siglos, en numerosas batallas atestiguadas en las crónicas visigodas y francas.

Apogeo de la alianza vasco-aquitana. El occidente europeo en el 711 d.C., antes de la invasión árabe de la península ibéricaAl no existir constancia histórica ni arqueológica de ninguna expansión o conquista vascona del resto de las tribus de habla vasca, el hecho de que el etnónimo vascones pase de hacer referencia solamente a la tribu de los vascones, a hacer referencia a todos los vascos en su conjunto, debe buscarse en que los vascones eran la tribu vasca más conocida en el imperio romano, tanto por las hazañas militares de sus gentes durante la época romana (entre otras la Fames Calagurritana), así como las afamadas capacidades adivinatorias de sus gentes, muy aprecidas en la antigua Roma.

La forma vasca para denominar el topónimo latino Vasconia fue Euskal Herria (éuskal errí-á), utilizando los vascos la forma euskaldunak (euskaldúnák) para autodenominarse. Ambas palabras siguen siendo utilizadas por los vascos para designar en vasco tanto a su tierra como a ellos mismos respectivamente. En otras lenguas, por el contrario, estos nombres han variado a lo largo de la historia.

Como ya hemos indicado en la época franco-visigótica a los vascos se les denominó vascones (escrito también como wascones). Posteriormente en los cronicones carolingios se comenzó a diferenciar a los vascones que estaban bajo gobierno franco de los independientes, designando a estos últimos con el término navarro; siendo utilizada la palabra vascón, únicamente, para los vascones bajo gobierno franco (evolucionando posteriormente este término al actual gascón).

Con el auge del Reino de Pamplona-Nájera en el siglo XI (hasta el siglo XII no fue denominado oficialmente como Reino de Navarra), la utilización de la palabra navarro para designar a los vascos se fue generalizando; quedando la palabra vascón gradualmente en desuso.

En el siglo XII el reino navarro, ante el expansionismo militar castellano, se verá forzado a pactar la renuncia a los territorios de La Rioja y Vizcaya.

La Rioja, que en aquella época era el territorio poblado por vascos más importante y que ostentaba la capital del reino, Nájera, será anexionada por Castilla. La capitalidad del reino navarro volverá otra vez a la capital histórica de los vascones, Pamplona.

Si bien la dinastía de los Otsoitz (López), conocida posteriormente como los Otsoitz-Haro (López de Haro), fueron puestos al mando del gobierno de Vizcaya (primero como condado no hereditario y posteriormente como señorío hereditario) por la monarquía navarra en el siglo XI, siendo desprovistos del señorío en 1116 por el rey de Aragón y Pamplona Alfonso I el Batallador. La ambición por recuperar el señorío hará que colaboren con los castellanos en su anexión de La Rioja y Vizcaya. Los servicios de la casa de Haro serán premiados por Castilla otorgándoles de nuevo el Señorío de Vizcaya del que fueron desprovistos 54 años antes.

El occidente europeo en 1034, en el apogeo del reinado de Sancho "el Mayor" de Navarra. Haga clic sobre la imagen para ampliar el mapaVizcaya, bajo la dominación castellana, se verá inmersa en guerras en defensa de los intereses de Castilla. La colaboración de la dinastía de los Haro en el expansionismo castellano aumentará los territorios de su señorío, gracias a las tierras donadas por los reyes de Castilla. El Señorío de Vizcaya, aunque en la órbita castellana, será legalmente independiente hasta 1516 en que es definitivamente anexionado a Castilla.

La fama batalladora que se labraron los vizcaínos en las sucesivas guerras del reino castellano hará que en lo sucesivo, los vascos, sean conocidos con el nombre de vizcaínos en Castilla. Una denominación que se extenderá posteriormente a otros países europeos; mientras que en los territorios de la corona de Aragón se les seguirá llamando navarros.

En el siglo XVI, como podemos comprobar en los textos de Cervantes, fue común designar a los vascos de uno y otro lado de los Pirineos con el término vizcaíno (exceptuando los bajo navarros, que tanto en Francia como en España, eran denominados "vascos"). En el mismo siglo, en el reinado de Felipe II, durante el apogeo del Imperio Español, los vascos monopolizan la administración de la corte española y de las colonias del imperio. Existe, durante esta época, una asociación generalizada, históricamente errónea, entre el pueblo vasco, el cántabro y el íbero, considerando la cultura y lengua vascas como las originarias de los españoles; y los fueros vascos como las leyes ancestrales de los españoles, unas leyes que debían ser respetadas y salvaguardadas por la monarquía española como máximo exponente de la españolidad. Los vascos representaban las esencias de España, la España indómita, los cántabros, que nunca pudieron ser conquistados ni por el mismo Imperio Romano, prueba de ello, según las creencias erróneas de la época, el que su milenaria lengua vasca siguiera siendo hablada. La asociación entre lo español y lo vasco llegó a tal extremo que incluso en la genealogía hecha por el cronista real guipuzcoano Esteban de Garibai para el rey Felipe II se le entroncó con los cántabros inconquistos, enlazando la monarquía española con los cántabros de la época romana, queriendo reflejar así una realidad histórica en la que los españoles habían nacido para someter a otros pueblos pero nunca para ser sometidos.

En mapas europeos del siglo XVIII se sigue denominando todavía a la actual Euskadi como Vizcaya, mostrándose en mapas de España una Vizcaya que no sólo abarca los territorios de la actual Euskadi sino también La Rioja y la mitad este de Cantabria, hasta la bahía de Santander, dado que hasta este siglo fue común considerar tanto a los riojanos como a los cántabros orientales como vizcaínos.

El denominar a los vascos como vizcaínos en los territorios de Castilla, así como en otros países europeos; y navarros, en los territorios de la antigua corona de Aragón, seguiría vigente todavía hasta el siglo XVIII.

A partir del siglo XV y XVI, fruto de la asociación errónea de los cántabros de la época romana con los vascos indicada anteriormente, fue común en ambientes eruditos europeos utilizar el término cántabro para designar a los navarros. A partir del siglo XVI, esta denominación se comenzó a utilizar, también en ambientes eruditos, para designar, sobre todo, a los alaveses, cántabros orientales, guipuzcoanos, riojanos y vizcaínos. Una denominación que daría lugar posteriormente a las tesis vasco-cantabristas.

La península ibérica en 1050, después del desmembramiento del Reino de Pamplona-Nájera. Haga clic sobre la imagen para ampliar el mapaSi bien hasta el siglo XVII se utilizará la palabra vascongado para designar a cualquiera que fuera hablante de euskera (equivalente al euskaldun vasco). A partir del siglo XVIII, por parte de los vasco-cantabristas y la monarquía española, se comenzarán a utilizar y generalizar los términos "vascongado" (gentilicio) y "Provincias Vascongadas" o "Vascongadas" para designar la tierra en la que viven los alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos, la actual Euskadi, alterando el significado original de la palabra vascongado y excluyendo en su significado a los navarros.

La palabra vascongado (del latín "vasconicatus") en sus orígenes era sinónimo de vascoparlante o relativo a la lengua vasca; en contraposición con romanzado (del latín "romanicatus") que significaba hablante de lengua latina o relativo a su lengua. Ambas palabras eran utilizadas no sólo en Euskadi sino también en Navarra.

En una lista de pueblos realizada por el Obispado de Pamplona en 1587, setenta y cinco años después de la conquista castellana del Reino de Navarra, se cita que, de un total de 536 municipios existentes en Navarra en aquella época, eran de "lengua vascongada" 453 (85% de los municipios) mientras que de "lengua romanzada" eran 83 municipios (15% del total). A partir de la conquista castellana (1512) y posterior anexión de la Navarra peninsular a la corona castellana (1515), comenzará un proceso de desnavarrización que acarreará el que actualmente sólo el 20% de la población navarra peninsular sea capaz de hablar y/o entender la lengua vasca hablada por sus reyes.

Territorios de Castilla y Aragón, Francia y Navarra en 1500. Haga clic sobre la imagen para ampliar el mapaEsta pérdida de la cultura navarra comenzará en la ribera del Ebro y en zonas limítrofes con la actual Aragón bajo la dominación árabe. Unos territorios que pertenecieron primero a la marca superior andalusí gobernada desde Zaragoza y, posteriormente, al Hayibato de Zaragoza. Debido a ello, la cultura vasca sería gradualmente desplazada por la cultura mayoritaria de los territorios dominados por los musulmanes, la aragonesa. En el siglo XII los navarros reconquistarán la ribera del Ebro a los musulmanes donde la primera lengua era la aragonesa y la segunda seguía siendo la vasca. Este bilingüismo de la población ribereña durante esta época, y posteriores, se plasma en textos del siglo XIV de la zona donde aparecen personas pertenecientes a familias arraigadas en la ribera del Ebro que seguían siendo de religión musulmana y que poseían un nombre árabe y un sobrenombre vasco. A partir del siglo XIV debido al poder político, comercial y cultural de Castilla la cultura aragonesa del sur de Navarra se vería absorbida por la castellana, dando lugar a la actual cultura castellano-aragonesa. Bajo la dominación española (a partir del siglo XVI) la cultura castellano-aragonesa comenzará su expansión hacia la mitad y norte de Navarra, haciendo desaparecer gradualmente la cultura vasca propia de los navarros.

Finalmente, a partir del siglo XIX, se comenzó a extender el actual término "vasco", que proviene del término francés "basque" y que, desde la baja Edad Media, sólo servía para identificar a los navarros continentales al otro lado de los Pirineos. El significado del término decimonónico "vasco" era más genérico y equivalente al vasco euskalduna, queriendo englobar dentro de sí tanto a vascongados, navarros, como a vascos de Francia.

Territorios de España, Francia y Navarra en 1600. Haga clic sobre la imagen para ampliar el mapaEl mundo vasco en la Edad Media, como conoceremos a lo largo de estas páginas web, se subdividió en diferentes entidades políticas que abarcaban gran parte de la zona pirenaica. Hoy solamente siete territorios han conservado su cultura original (Álava, Baja Navarra, Guipúzcoa, Labort, Navarra, Sola y Vizcaya).

La desmembración de las dos entidades políticas que aglutinaron históricamente a los vascos (Ducado de Vasconia, Reino de Pamplona-Nájera ), debido al expansionismo militar de los pueblos latinos del entorno o de tensiones internas de sucesión, daría lugar a la división del pueblo vasco en entidades políticas diferentes, a menudo antagónicas, lo que ocasionó que los vascos batallasen unos contra otros en sucesivas guerras (Castilla contra Navarra, Francia contra España, etc).

Sin embargo, se mantuvo entre ellos la noción de pertenecer a una tierra en común, a la "Tierra del euskera" o Euskal Herria, ya que desde los primeros escritos extensos en vasco del siglo XVI d.C., y, aunque no estaban unidos políticamente, hacen alusiones a ella escritores de las actuales Euskadi, Navarra y País Vasco Norte. Un término, así como la palabra euskaldun, que nos retrotraen a siglos atrás, comenzándose a extender entre todas las tribus vascas en el declive del Imperio Romano y, sobre todo, en la época franco-visigótica (a partir del siglo V d.C.), cuando estas tribus tuvieron que unirse en contra de los invasores germanos dando lugar al actual pueblo vasco.

La lengua francesa traducirá el término Euskal Herria como Pays Basque, ya que la palabra vasca euskal además de significar "del euskera" se traduce también como "vasco". Posteriormente la lengua española adquirirá el término francés Pays Basque y lo adaptará como País Vasco, que es la forma actual con la que se hace referencia en español a la tierra de los vascos.

Territorios de España y Francia en 1700. Navarra desaparece como entidad política soberana. Haga clic sobre la imagen para ampliar el mapaLa falta de unidad de los vascos tras la muerte del rey Sancho el Mayor de Navarra (siglo XI) y que los vascos quedaran divididos en seis entidades políticas (el Condado de Gascuña bajo la órbita francesa, el Reino de Castilla, el Reino de Aragón, los territorios leridanos actualmente dentro de Cataluña habitados por vascos que quedaron bajo la órbita del Condado de Barcelona, el Hayibato de Zaragoza bajo gobierno musulmán y los territorios que quedaron dentro del Reino de Pamplona-Nájera después de la división), hará que el euskera se debilite.

Una división del Reino de Pamplona-Nájera tras la muerte de Sancho el Mayor, que sería fatal para el euskera en esos territorios y conllevaría la paulatina asimilación de los vascos por parte de los latinos.

La población vasca desaparecera de la mitad sur de Gascuña, noreste de Castilla, este de Cantabria, La Rioja, norte de Aragón y noroeste de Cataluña, después de siglos de asimilación cultural e incluso de prohibiciones seculares de su idioma como la que acaeció en la ciudad de Huesca (norte de Aragón) durante tres siglos. Una asimilación cultural que obtuvo resistencia, por ejemplo, en La Rioja, que antes de la conquista y anexión castellanas era el territorio más importante poblado por vascos desde un punto de vista político y económico. En 1239 el alcalde del municipio riojano de Oiakastro (actualmente conocido en español como Ojacastro) mandó apresar a un merino (guardia real) enviado por Castilla a la localidad y que no sabía hablar euskera, algo que atentaba contra los fueros de la villa que exigían el conocimiento de la lengua vasca.

Actualmente el euskera y, por tanto, el pueblo vasco, se conserva en una novena parte del territorio que abarcaba en el siglo XI.

Todavía en la época medieval, era usual escuchar euskera:

En el Pirineo catalán, por ejemplo, en el Valle de Arán (en euskera actual haran [arán; "valle"]) o en Andorra (significa en vasco: "tierra cubierta de arbustos"). La lengua vasca se habló en pueblos pirenaicos de Lérida hasta los siglos XII - XIII. Retazo de la pared del "Panteon de los Reyes" en Nájera (La Rioja, España) donde yacen reyes navarrosSe habló también en Aragón (significa en vasco: "el lugar del valle") concretamente en pueblos de la provincia de Huesca y en el occidente de la provincia de Zaragoza hasta el siglo XVIII.

En Huesca capital, la antigua Oska, a partir del año 1349 está atestiguada la prohibición de la utilización de la lengua que dio nombre a Aragón durante tres siglos, hasta que finalmente desaparecieron los vascos de ese territorio, fruto de la imposición de la lengua aragonesa en el área.

En la comarca zaragozana de Las Cinco Villas de Aragón, al sureste de Navarra, se habló euskera ininterrumpidamente desde épocas prerromanas hasta el siglo XVIII. En dos pueblos de la zona llamados hoy Sádaba y Sofuentes se han encontrado inscripciones romanas en las que se leen nombres de persona en euskera. Datos del siglo XVI y XVII nos hablan también de la condición vascoparlante de Sos del Rey Católico (en vasco Zauze [pronunciado sáuse]). No, podemos olvidar, en este sentido, que gran parte de la zona perteneció al obispado de Pamplona hasta el año 1785 dado su carácter vascófono.

Se habló también en la riojana Nájera que fue capital del Reino de Pamplona-Nájera entre los siglos X y XII, reyes navarros se encuentran sepultados en el "Panteón de los Reyes" del monasterio de Santa María la Real de dicha localidad. También se habló en diferentes municipios de La Rioja hasta el siglo XVI. La primera moneda de un reino cristiano peninsular fue acuñada en Nájera en el año 1034 y en su reverso aparece el nombre de Nájera escrito en vasco: Naiara.

En pueblos del Béarn (Francia) fue común escuchar euskera hasta el siglo XVI y se conservó en muchos de ellos hasta el siglo XIX, ahora sólo se habla en varios pueblos fronterizos con el País Vasco y muy reducidamente.

 

 

 

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