Con el declive del Imperio Romano en la segunda mitad del siglo III d.C., empezó un reforzamiento y mestizaje de las tribus vascas, con una mayor intercomunicación entre las distintas tierras de habla éuscara y con una fuerte autonomía política del conjunto respecto a la administración imperial. Esa autonomía y cohesión de la población vasca se reafirmó con el comienzo de las invasiones germánicas a partir del año 400, en las que los vascos, bajo el liderazgo de los vascones de Navarra, se unen para defender las instituciones y forma de vida romanas, frente a lo que consideraban bárbaros germanos. De manera que, si el debilitamiento del poder romano había permitido la potenciación de una cohesión interna vasca, la llegada de los visigodos se produjo ya ante una comunidad vasca bastante compacta y económicamente expansiva.

El hecho de que en las crónicas romanas se hable de diferentes tribus vascas y que en las crónicas franco-visigodas se pase a hablar solamente de vascones como un todo, nos indica que esta tribu cuyo núcleo original se encontraba en Navarra, fue la que lideró a las demás, asimilándolas dentro de su seno. Este proceso de unificación dio lugar al surgimiento del Apogeo de la alianza vasco-aquitana. El occidente europeo en el 711 d.C., antes de la invasión árabe de la península ibéricaeuskera común (uniformización de los dialectos del euskera hablados por cada una de las tribus vascas en un único idioma) y a la extensión definitiva del término Euskal Herria con el que todos los vascos denominarán a su tierra, así como de la palabra euskaldun (euskáldun; vasco) con la que se autodenominarán.

En la batalla de Vouillé, en el 507, los visigodos fueron derrotados por los francos, la consecuencia inevitable fue la perdida de Aquitania y la Novempopulania hasta la barrera de los Pirineos. Si bien tradicionalmente se sitúa la fecha de la expansión vascona en Aquitania en el 587, los asentamientos vascones probablemente se dieron con anterioridad aprovechando el vacío de poder generado por el escaso control de Aquitania que tenían los francos.

No podemos hablar de una conquista vascona de estas tierras sino de una redistribución pacífica de la población vascona, en tierras al otro lado de los Pirineos que culturalmente eran afines, algo que ha quedado demostrado por los hallazgos arqueológicos en Aldaieta y Buzaga. Una redistribución de la población vascona causada por las incursiones visigodas al sur de las tierras vascas.

Este asentamiento vascón no obtuvo resistencia por parte de los aquitanos romani (aquitanos romanizados) de las urbes, ni por los aquitanos de los pueblos y aldeas que seguían hablando euskera. Aquitanos y vascones compartían los mismos enemigos comunes, francos y visigodos, que ambicionaban dominar sus tierras. La única resistencia al establecimiento de los vascones en Aquitania, fue mostrada por los francos, dado que esto reforzaba en población a los contrarios a su dominio sobre toda Aquitania.

Después del 587, tras el fracaso del duque Astrovaldo, que trató de combatirles sin conseguirlo, se llegaría a un acuerdo para el establecimiento pacifico de los vascones en las tierras llanas de Aquitania. Los vascones pagarían los tributos pero los territorios en los que habitaban se constituían en un ducado, donde de hecho, podrían gobernarse según sus propias leyes. Surgiendo el Euskal Herriko Dukerria (éuskal érrikó dukérri-á) o Ducado de Vasconia (14), un ducado virtualmente independiente, pero bajo la dirección de un dux ("duque", con sus correspondientes colaboradores y séquito) designado por la Corte Merovingia. Una vez realizado el Ruinas de la ciudad romana de Iruña-Veleia (Álava), en la época franco-visigótica seguía siendo una ciudad importanteestablecimiento, los vascones conservarán sus costumbres y su lengua, y al estar establecidos en una zona geográficamente homogénea, constituyeron un Estado dentro de otro Estado. La capital histórica de Vasconia, Pamplona, dejará de serlo, y pasará a ostentar esta capitalidad Elusa (la actual Eauze francesa) menos expuesta a los ataques invasores. Parece que durante estos años se produjo una intensa vasconización de las capas humildes de la población aquitana, singularmente la menos romanizada, mientras que las capas más romanizadas dieron origen al pueblo gascón, de habla románica (15). Con el paso de los siglos mientras el gascón iba extendiéndose en aquella Euskal Herria del Norte que se extendía hasta el río Garona (zona media de la actual Francia), el euskera irá paulatinamente perdiendo hablantes.

(14) Wasconia: el topónimo latino Vasconia en esta época es escrito a menudo como Wasconia, evolucionando posteriormente a Guasconia y después a Gasconia. De esta última forma derivan las actuales: Gaskonia (en euskera), Gasconha (en gascón), Gascoigne (en francés) y Gascuña (en castellano).

Extensión lingüística del gascón. Haga clic sobre la imagen para ampliar el mapa(15) Gascón (adaptación fonética occitana del término vascón): dialecto vasco-occitano del suroeste de Francia que surgió de la romanización de la población de habla vasca que habitaba desde épocas prerromanas la antigua Aquitania.

Algunos lingüistas consideran el gascón como lengua independiente, por las notables diferencias que posee con el resto de los dialectos de la lengua occitana, fruto de la influencia del euskera en su evolución lingüística. De hecho, ya en la Edad Media, los propios occitanos consideraban al gascón una lengua extranjera, diferente a la suya. A continuación se indican las características fonéticas del gascón:

 

 

a) La /f/ latina evoluciona a /h/ por influencia de la fonética vasca:

Occitano
Gascón
Español
Fort
Hort
Fuerte
Futur
Hutur
Futuro

Esta evolución la podemos encontrar también en el español o en el euskera:

Castellano Meridional Antiguo
Castellano de Burgos
Facer
Hacer
Forno
Horno
 
Latín
euskera
Español
Fundus
Hondo
Fondo
Fornitura
Hornidura
Abastecimiento

Si bien en gascón sigue pronunciándose la h aspirada; en castellano, por el contrario, casi se ha perdido y es muda. Se conserva en pocas palabras evolucionada ya, en muchas ocasiones, al sonido /x/ (sonido jota del español), utilizándose, en general, en algunas palabras de los dialectos meridionales de España o de América o en vulgarismos.

b) Vocal protética ante r- :

Occitano
Gascón
Español
Riu
Arriu
Río
Romanica
Arromanica
Románica

Ocurre también en español y euskera:

Italiano
Español
Ruga
Arruga
Rancare
Arrancar
 
Latín
euskera
Español
Rarus
Arraro
Raro
Regem
Errege
Rey

c) Caída de -ll- intervocálica > r que puede aproximarse a vasco -l- o -n- > -r-:

Occitano
Gascón
Español
Aquella
Aquera
Aquella
De la
Dera
De la
 
Latín
euskera
Español
Cælum
Zeru
Cielo
Animam
Arima
Alma

d) Pérdida de la /n/ intervocálica tal y como ocurre en euskera o en gallego:

Occitano
Gascón
Español
Luna
Lua
Luna
Laguna
Lagua
Laguna
 
Latín
euskera
Español
Catenam
Katea
Cadena
Coronam
Koroa
Corona

e) Conversión de la /v/ latina en /b/, oposición entre /r/ y /rr/ al igual que en castellano y el resto de lenguas que se hablan en el territorio que abarcaba la antigua civilización franco-cantábrica.

Los dialectos del occitano. Haga clic sobre la imagen para ampliar el mapaA lo largo de la Edad Media, el gascón, por la estrecha relación que tuvo el Reino de Navarra con Gascuña (perteneció al Reino de Pamplona-Nájera en el siglo XI y, posteriormente, algunos de sus territorios estuvieron integrados dentro de la corona navarra); hubo muchos hablantes de este idioma que se asentaron en Guipúzcoa y en Navarra, de lo que da cuenta la abundante toponimia de origen gascón en estas regiones: el monte Urgull (orgullo en gascón) o Miramón (Miramont) de San Sebastián, Mondragón (Montdragon), Pasajes (Passages), Segura, Villafranca (Vilafranca), Villabona (Vilabona)... La misma forma Donostia, es una adaptación vasca de la forma de designar San Sebastián en gascón. Fue el idioma que sustituyó tardiamente (antes de la desaparición del Reino de Navarra) a la lengua castellana en la redacción de los documentos oficiales de dicho reino. El gascón se dejó de hablar en el País Vasco peninsular a principios del siglo XX, concretamente en Pasajes (Guipúzcoa), que fue la última localidad peninsular vasca con hablantes de este idioma. En el País Vasco Norte, el gascón, se puede escuchar en el extremo norte de la costa labortana, en la localidad bajo navarra de Bastida y en pueblos de Zuberoa fronterizos con el Béarn. En la península ibérica se habla en el Valle de Arán donde se puede escuchar la variante aranesa de dicho dialecto. El gascón fue el habla que fue sustituyendo al euskera en el Valle de Arán (en euskera actual: haran ["valle"] ) a partir de los siglos XII - XIII.

En el año 602 la expedición de Teodoberto II de Austrasia y Teodorico II de Borgoña contra los vascones acarrea el que se imponga a Genial como dux (duque). En el año 626 los vascones se sublevaron contra el dux Aighina, sucesor de Genial. Con la llegada de Dagoberto I (629), la autoridad de los francos se reafirmó en todo el reino. Los vascones, después de haber sufrido serios reveses, se resistieron a someterse por un tiempo (635). Pese al deseo franco de volver a las fronteras de Augusto y de reconstituir el reino de Eurico, no pudieron, a la muerte del "buen rey", oponerse al desmembramiento de su territorio. Con la llegada de los reyes holgazanes, la carencia de poder iba a permitir a Vasconia retomar su autonomía. Sus nuevos jefes se apoyaron en la feudalidad laica y sobre todo en el episcopado.

Con el fallecimiento de Dagoberto I (638), la monarquía merovingia iniciaráun progresivo proceso de debilitamiento, del que sabrá sacar beneficio el viejo particularismo aquitano, para ir consolidando paulatinamente un poder político, que pronto llegará a actuar al margen del control de los reyes francos. Este proceso, resultado del perfecto entendimiento entre las ambiciones de la aristocracia local aquitana y los colectivos vascones, utilizados como fuerza militar al servicio de aquellas, será lento pero imparable. Esta alianza vasco-aquitana conllevará el que los ducados de Vasconia y Aquitania sean dirigidos por un único dux que unirá las fuerzas de los aquitanos romani y de los vascones en contra de los francos y visigodos. Los dux que gobernaron Aquitania y Vasconia fueron tanto de origen vascón como de origen aquitano.

El mayordomo neustrio Ebroíno con la intención de mantener bajo control los territorios meridionales del reino franco concedió a Félix el principatum sobre todas las ciudades hasta los Pirineos y sobre el pueblo de los vascones. Lo que fue aprovechado por este para generar un poder político vasco-aquitano al margen de los francos. Su sucesor el vascón Lupo [ latinización del patronímico vasco Otsoa (ochóa), "el Lobo"] iba a acelerar cualitativamente este proceso enfrentándose abiertamente contra los francos, y apoyando la rebelión septimana en contra del monarca visigodo Wamba, aprovechando esta rebelión en el noreste del Reino Visigodo, para comenzar a conquistar territorios visigodos (Cantabria) al suroeste de Vasconia. El proceso, imparable ya, se consolidará de forma aún más evidente con su sucesor, Odón. Este principado vasco-aquitano de Odón llegó a convertirse en un ejemplo para toda la Galia y el único árbitro del conflicto entre Austrasia y La Estrella y la Media Luna vasconasNeustria lo que le supuso el reconocimiento de su independencia y el título de regnum (reino). Odón, a través del ejército vascón, punta de lanza del principado vasco-aquitano, extendió su influencia hasta el Loira (718). Este principado, en su máxima expansión se extendió a un lado y otro de los Pirineos, desde el Loira (cerca de Bretaña) hasta el Ebro, al oeste hasta Cantabria y al este hasta Girona, abarcando por tanto, gran parte del actual estado francés.

La Estrella y la Media Luna vasconas: la estrella de ocho puntas así como la media luna invertida representan dos de los símbolos vascones más antiguos que se han conservado hasta la actualidad. Además de estar presentes en la heráldica familiar y de localidades de todo el País Vasco como la estrella y la media luna del burgo de San Cernín de Pamplona o la Estrella Vascona del escudo de Estella (Navarra). Esta estrella también estuvo presente en el escudo de Navarra en su forma inicial. El actual escudo de Navarra no es más que una evolución de este símbolo vascón. Desde épocas prerromanas, la media luna y la estrella vasconas, conjuntamente, son representadas como símbolo protector, a menudo, en la forma indicada en la imagen, representando, según se cree, la conjunción de la luna y el planeta Artizar (Artísar; Venus en lengua vasca), con lo que el escudo de Navarra podría ser una evolución de la representación del planeta Venus.

En todas las ocasiones los vascones parecen constituir la principal fuerza de choque del ejército vasco-aquitano. Su capacidad militar residía en el uso de una caballería capaz de actuar con rápidos movimientos envolventes, lo que les concedía una neta superioridad sobre la infantería merovingia. Los cronicones francos nos hablan de gran número de guarniciones y fortificaciones vasconas a lo largo del Loira y del norte de Francia, que defendían los territorios vasco-aquitanos de las incursiones francas.

Sin embargo, se dibujaba ya otra amenaza. La península ibérica estaba en sus tres cuartos conquistada por hordas árabes que se preparaban a pasar los Pirineos. En 720, franquearon el Pertús y atacaron Toulouse. Odón, luchando por salvar la independencia de sus dominios, hizo que su hija contrajese matrimonio con Uthman ibn Naissa, gobernador del norte de España. Al mismo tiempo, Abd-el-Ramán, quitándose de en medio a este último, pasó el puerto de Roncesvalles para invadir el norte de Vasconia. La masacre fue terrible. Es así como la villa de Auch fue saqueada y la de Elusa, capital de Vasconia, destruida de nuevo. Los árabes marcharon a continuación hacia Tours, capital del ducado vasco-aquitano. En 732, Carlos Martel, venido al socorro de Odón, les detuvo en Poitiers y les obligó a volver hacia los puertos pirenaicos. Su intervención le valió el homenaje del duque vasco-aquitano.

La llegada del Islam a Europa coincidirá con la gestación en la antigua Galia de dos nuevas dinastías que se enfrentarán por la supremacía política. La de Aquitania y Vasconia con Odón, Hunaldo I, Wafarius y Hunaldo II y la dinastía carolingia de Carlos Martel, Pipino el Breve y Carlomagno. Iba a ser el hijo de Carlos Martel, Pipino el Breve, quien en una sistemática campaña que duró nueve largos años (760 - 768) doblegaría a los vasco-aquitanos. Durante estos decenios de enfrentamiento entre francos y vasco-aquitanos, los vascos jugaron un papel preponderante como aliados de los aquitanos romani, aunque sus decisiones no fueron siempre coincidentes en el caso de que las políticas aquitanas fueran en contra de los intereses vascones.

Al poco de la victoria de Pipino, hijo de Carlos Martel, Aquitania se sublevará de nuevo con Hunaldo II (769). Perseguido por el ejército de Carlomagno, el rebelde aquitano buscará refugio entre los vascones. Al igual que su padre Carlomagno ante su cortePipino, Carlomagno no osará cruzar el Garona y, mientras levantaba la fortaleza de Franciacum al norte de este curso fluvial, exigirá a los vascones la devolución de los rebeldes. Los vascones, a cuya cabeza vemos de nuevo a un Lupo calificado en las fuentes escritas como Wasconum dux e, incluso princeps Wasconum, entregaron a Carlomagno a Hunaldo y su familia, tras lo cual el monarca carolingio retornará a Francia.

Del 769 al 781, rota la alianza con los aquitanos romani, los vascones, de nuevo independientes del gobierno franco y bajo la dirección del duque Lupo, reorganizarán sus tropas para garantizar la defensa de los territorios vascones.

Los dominios vascones en aquella época se extendían al norte hasta el río Garona; al sur, hasta el norte de la Navarra peninsular (el sur navarro estaba bajo dominio árabe); al sureste, hasta el valle de Arán; mientras que en el suroeste los asturianos, herederos del reino visigótico, habían conseguido conquistar a los vascones las Encartaciones de Vizcaya hasta el río Nervión y el extremo noroeste de Álava, estando la mitad sur de la actual Euskadi, la mayor parte de Álava, bajo dominio árabe. La nueva amenaza para Vasconia, sin embargo, no azotaría esta vez el norte o el suroeste del ducado, sino que arrasaría el sureste.

En el año 778 el ejército franco de Carlomagno, al mando del gran paladín Roland, no puede conquistar la ciudad de Zaragoza ocupado por los árabes, y a la vuelta arrasa Pamplona. El día 15 de Agosto de 778, cuando las tropas francas se disponían a cruzar los Pirineos para retornar a Francia; las huestes vasconas organizadas para vengar la destrucción de Pamplona, estaban esperando en el paso de Orreaga (Roncesvalles, Navarra) para llevar a cabo una emboscada. Mediante su caballería y las rocas lanzadas desde los montes circundantes, hacia el sendero en el que se encontraba el ejército franco, acabaron con él. La muerte de Roland en esta batalla, así como la derrota del ejército imperial carolingio (el ejército más poderoso de Europa en aquella época) a manos del ejército vascón, inspiró en el año 1090 "La Chanson de Roland" (la canción de Roldán), obra cumbre de la literatura épica francesa.

Monumento de conmemoración de "la Batalla de Roncesvalles"La derrota de Roncesvalles debió convencer a Carlomagno de la necesidad de buscar para Aquitania y Vasconia una articulación política que reconociera, una vez más, su fuerte particularismo. Y recuperando una vieja tradición, viva entre los francos desde época merovingia, creaba un reino para su hijo Luis (Ludovico Pío), nombrado rey en Roma en el 781 con sólo tres años y presentado ante la asamblea de Padeborn, en 785, vestido a la manera vasca. Mucho había crecido el prestigio de los vascos, vencedores de Roncesvalles siete años antes, cuando el primogénito de la monarquía carolingia era presentado así ante la Corte. Sin duda quería halagar a los más belicosos de sus súbditos y preparar al mismo tiempo la entrada de Luis en su nuevo reino. Este Reino de Aquitania, enteramente sometido a la autoridad de Carlomagno, iba del Loira al Languedoc y tenía dos capitales: Burdeos y Toulouse. Quería englobar por tanto el Ducado de Vasconia que desde la entrega por parte del duque vascón Lupo, del aquitano Hunaldo II y su familia a Carlomagno, había permanecido independiente del poder franco. Quedaba, por tanto, un bastión difícil a traer al orden, los Pirineos, para lo que debió enviar a su ejército.

Como consecuencia de revueltas incesantes de los vascones, Carlomagno se alió al rey de Asturias, con la esperanza de dominar a los vascones, pero el rey de Asturias tenía otros asuntos más urgentes y amenazantes, los musulmanes establecidos al sur. Carlomagno había delegado a los condes el cuidado de la administración de Vasconia, como a Adalric, en el Fezensac. A pesar de los esfuerzos de la iglesia que predicaba la integración en el Reino Franco, la revuelta era permanente en Vasconia. Mientras tanto Aquitania estaba integrada dentro del Reino Franco y Cataluña y el Languedoc participaban activamente en los esfuerzos de reconquista de las tierras del sur, sometidas al emir de Córdoba.

En el año 800, cuando Carlomagno venía justamente de ser coronado emperador, los vascones se sublevaron una vez más, Sancho apareció entonces, enviado por Carlomagno y el Rey de Aquitania, era el hijo de Lupo, duque de los vascones fallecido desde hacía treinta años.

En el año 824, Íñigo Arista aprovechándose de la falta de control de los francos de la zona de Pamplona y en colaboración con los vascones islamizados de la ribera del Ebro, toma el control de El Imperio Carolingio. Haga clic sobre la imagen para ampliar el mapala ciudad, fundando el Señorío de Pamplona que, posteriormente, se convertirá en reino y acabará englobando en el siglo XI a los vascos de ambos lados de los Pirineos.

A partir del siglo IX, por tanto, Euskal Herria (Vasconia) se dividirá en dos entidades políticas diferentes: la continental o Vasconia del Norte (que será conocida en el futuro con el nombre de Gascuña), y la Vasconia del Sur o peninsular, representada por Pamplona.

En lo que era la antigua Novempopulania, los vascones norteños estaban reagrupados entorno de Sancho, después entorno de su hijo mayor, Aznar. Cuando este murió, asesinado por el rey de Aquitania Pipino I, es su hermano Sancho Menditarra (montañés) quien tomó el gobierno de la Vasconia del Norte, en 836. Sancho Menditarra había pasado su juventud combatiendo junto con los pamploneses al emir de Córdoba en la Vasconia meridional al lado de su padre. Sus cualidades militares, pero también políticas, le hicieron salir triunfador de las luchas con Pipino I que le había declarado la guerra. Las tropas de Pipino I habían sido rechazadas a la margen derecha del río Garona, en la época en la que murió Pipino I (838). 68 años después del abuso de autoridad de Carlomagno, la Vasconia del Norte había recuperado sus antiguas fronteras continentales.

El rey franco Luis el Piadoso, teniendo que hacer frente a numerosas dificultades, reconoció a Sancho Menditarra el gobierno de la Vasconia del Norte. A la muerte de Luis, el imperio fue dividido entre sus tres hijos, de los cuales Carlos el Calvo, que recibió la parte occidental y principalmente el Reino de Aquitania. Pipino II, en principio, despojado de su trono de Aquitania, emprendió la reconquista, que llevó a buen puerto gracias a las dificultades que padecía Carlos (las rencillas con sus hermanos y las primeras incursiones normandas). Pipino II se preparaba entonces a penetrar en las tierras de los vascones norteños, en el año 852. Mal le fue pues fue capturado por Sancho Menditarra, quien le entregó a Carlos el Calvo. Es en esta época que apareció en los textos de una forma oficial el Ducado de Vasconia (852), del cual Sancho Menditarra fue, según estos textos, el primer duque.

A partir de 840, los normandos llegaron a las costas atlánticas. Sobre sus embarcaciones, subían cada año los ríos para saquear el país (Toulouse fue saqueado y quemado en 844). Saquearon todo particularmente las iglesias y monasterios y exigieron pesados impuestos a la población. Vidriera de la Colegiata de Roncesvalles en la que se narra la batalla acaecida  en el 778Condom, Eauze y Lectoure fueron entre sus primeras víctimas las más afectadas. Es en este momento (entorno al año 854) que la Iglesia trasladará su sede de Elusa, la capital de la Vasconia del Norte, a Auch, menos expuesta, ya que estaba construida sobre un poblado fortificado muy abrupto, y del cual Sancho Menditarra había hecho su residencia ordinaria, cuando no combatía en el otro lado de los Pirineos, a su enemigo de siempre, el emir de Córdoba, y sus aliados.

Sancho Menditarra falleció en 864. La Vasconia del Norte se había convertido para el imperio en una muralla contra los reinos árabes de la península ibérica. El Duque Arnaldo, sobrino de Sancho Menditarra, tomó entonces el poder, porque el hijo de Sancho Menditarra era todavía demasiado joven. La Vasconia del Norte conoció un estado cercano a la anarquía, sobre todo, bajo el ataque de las invasiones normandas que habían recomenzado. La mayoría de los obispados y los monasterios estaban desiertos, los habitantes de las ciudades y los pueblos huían al campo. Los jefes locales aseguraban bien que mal una apariencia de orden y protección. El sistema feudal, con sus señores y sus castillos fortificados, está instaurándose. De acuerdo a las tradiciones vasconas, el poder regresó entonces al hijo de Sancho Menditarra, llamado Menditarra Sancho, que era del mismo temple guerrero que su padre. Él consiguió mantener los normandos en la costa, en la embocadura del Adour, durante todo el tiempo de su gobierno (871-886).

Su hijo, García Sancho el Encorvado, le sucederá de 886 a 920. A su desaparición, la Vasconia del Norte se había engrandecido por matrimonio con el condado de Agen. Desgraciadamente, García Sancho el Encorvado, antes de su muerte, decidió dividir sus tierras entre sus tres hijos.

El mayor, Sancho García, recibió la mayor parte del principado (toda la parte occidental, de Béarn a la Lomagne), que se convirtió en la Vasconia Major (Gran Vasconia). El segundo, Guillermo García, recibe la parte central, con el Fezensac, entre Eauze y Auch, y por último, Arnaldo García, el Astarac, entre Fezensac y Bigorra. Esta división desafortunada condujo poco a poco a una fragmentación de la Vasconia del Norte, y la filiación principesca rota llevó a un sistema de autoridad importado del modelo franco, es decir, las relaciones de vasallaje, la feudalidad, hasta entonces desconocidas en Vasconia.

Mapa de partición del Ducado de Vasconia en el 920. Haga clic sobre la imagen para ampliar el mapaSancho García tuvo cuatro hijos: García Sancho, Sancho Sancho, Guillermo Sancho y Gombaud y será García Sancho quien le sucederá, pero falleció sin descendencia y es entonces al tercer hijo, Guillermo Sancho, a quien correspondió el Principado. Guillermo Sancho partió a combatir en Navarra y delegó su poder a su hermano Gombaud. En el siglo X los piratas escogieron el norte de Francia, de más fácil acceso, para entregarse a sus razzias devastadoras. Guillermo Sancho volvió cuando los normandos se mostraron de nuevo amenazadores. Decidió entonces desembarazarse de una vez por todas de estos peligrosos vecinos y los combatió en Taller, cerca de Castets, a una veintena de kilómetros al norte de Dax, en 982. Los normandos levantaron sus campamentos y no regresaron más a Vasconia.

El condado de Armagnac, formado en 965, correspondió a Bernardo a la muerte de Guillermo García. En cuanto a Pardiac, se convirtió en la herencia de otro Bernardo, hijo de Arnaldo García, tras la muerte de este último. También vieron el día el condado de Gaure y el vizcondado de Lomagne. El Ducado de la Vasconia del Norte o Gascuña, se había convertido ya en condado. La atomización del territorio gascón continuó con las generaciones, y llegó a tal punto que el último conde ya no poseía ningún poder. Bajo la doble égida del poder eclesiástico y feudal, Gascuña prosiguió no obstante su organización. Cuatro obispados fueron constituidos y, en la víspera del año 1000, hubo más de cuatrocientas iglesias construidas.

Para el año 1023 Gascuña se encuentra ya bajo la órbita del Reino de Pamplona-Nájera, después del apoyo dado al conde de Gascuña en su lucha contra el Condado de Toulouse. Este apoyo le proporcionó al rey de Pamplona-Nájera, Sancho el Mayor, la potestad de organizar parte de sus tierras. De esta organización surgirá el vizcondado de Labort. Sancho Guillermo, hijo del vencedor de los normandos, Guillermo Sancho, falleció sin sucesor en 1032, con lo que el gobierno de Gascuña pasa a manos de su sobrino, Sancho el Mayor de Navarra. Al fallecer este, y debido a las disputas por el poder entre sus hijos, el Reino de Pamplona-Nájera se debilitará y perderá el control de Gascuña.

Escudo de GascuñaEl matrimonio de la hermana de Sancho Guillermo, Briska, con Guillermo V, conde de Poitiers y duque de Aquitania, fue el origen de un conflicto de sucesión que durará hasta 1052. Uno de los principales pretendientes, Bernardo I Tumapaler, conde de Armagnac, se dejó entonces arrebatar su herencia por el hijo pequeño de Guillermo, Guido Gofredo, duque de Aquitania a partir de 1058.

Los duques del Poitou gobernaron Gascuña durante casi un siglo, esforzándose en reducir sus vasallos a la obediencia. Con ocasión de las cruzadas, numerosos nobles gascones intervinieron en Palestina, sobre todo con el tercer ejército del conde de Toulouse. Entre los primeros cruzados que se cubrieron de gloria figuran, al lado del ilustre Gastón IV de Béarn, Raimundo de l'Isle-Jourdain y Astanobe, conde de Fezensac.

Gran parte de los diferentes condados y vizcondados de Gascuña, se diluyeron en el Ducado de Aquitania (el resto siguió unido o en la órbita de Navarra), posteriormente, en el año 1154, este ducado pasó a formar parte de la corona inglesa, fruto del matrimonio entre Enrique Plantagenet de Inglaterra y Leonor de Aquitania. En 1453, Aquitania se incorporó definitivamente a Francia.

En lo que respecta a los territorios gascones de Navarra, este reino, conservó por ejemplo el Béarn hasta su desaparición como reino en el siglo XVII, cuando por un edicto de unión en 1620, Luis XIII, rey de Navarra y de Francia, une Navarra a la corona francesa.

 

 

 

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